sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Útiles o inútiles?


Lucas 17:10 Pues así, también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que Dios os ha mandado, decid: "Somos siervos inútiles; solamente hemos hecho lo que debíamos hacer."

Por experiencia propia digo lo que voy a decir: siempre quise ser útil, y me esforcé por ello, a veces más allá de mis límites, resintiendo el descanso, la salud, hasta la paz interior. ¿Por orgullo? Quizás. ¿Por no quedar mal? Puede ser. ¿Por no molestar al otro? Casi siempre.
Incluso pensaba cómo ser lo más útil posible... según mis criterios.

Y ahí fue donde me equivoqué. Mis criterios ¿son, acaso, los mejores? Alguna vez puedo haber dado en el clavo, pero sospecho que sólo alguna vez.

Cuando mis límites me hicieron sentir inútil, y más frente a mis propios criterios, me tuve que ocupar de hacer lo que tenía que hacer tal como saliera, y muchas veces sin criterios claros, teniéndome que acoger a lo que dijeran otros, y confiar, esperar, entregar, renunciar a controlar.
Con sorpresa vi que no había sido malo como yo temía, sino todo lo contrario. Cuando me volví "inútil" fue cuando fui útil.

Por misericordiosa pedagogía Dios me concedió una muestra de lo que produjo en otros haber sido así, inútil, para que aprendiera a entregar más todo. No hace falta ya saber qué va a provocar en otros, si el efecto es positivo o negativo, saber el resultado, conocer la efectividad de lo actuado. Eso es prerrogativa del Señor. Nosotros somos servidores de su proyecto de amor.

Sumados a su proyecto de amor, y sabiéndonos inmensamente capaces de ser desobedientes, egoístas, perezosos, infieles, etc., etc., etc., es mejor considerarse más inútiles que útiles.

Agradezco a Dios que inspiró en nuestra Comunidad la oración que dice:
"Padre nuestro Calasanz, aquí estamos y queremos poner nuestras manos en las tuyas para que nos enseñes a buscar como tú la voluntad de Dios. Queremos ser instrumentos pequeños, inútiles, y dóciles en sus manos. Amén."

Nos ayuda a no atribuirnos ningún mérito. Nos da libertad frente a la ansiedad por responder al qué dirán. Nos recuerda la verdad. Nos abre a lo que Dios quiera. Nos ayuda a adherirnos a su voluntad, y a olvidarnos de la nuestra cuando se opone a la de Él.

5 comentarios:

miriam dijo...

gracias...gracias...gracias...solo gracias.
pido a Jesús me de la capacidad de entender mi inutilidad.
dios lo bendiga siempre.

Anónimo dijo...

Cuando en la misa respondo después de la oración del Padrenuestro
"TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA POR SIEMPRE SEÑOR" me cuestiono siempre si soy realmente siervo inútil.
A veces me encuentro que no le he dejado a Dios todo lo que es de Él.
A veces en la misma misa le he ofrecido lo que yo hice, sin reconocerle su Poder, sin el cual yo no existiría, ni podría hacer nada.
A veces hasta me he creido algo "dueño" de ese Reino que es de Él y al cual por su gran Misericordia y Amor me llamó a servir como siervo inútil.
Otras veces hasta me apropié de la Gloria de Él, sobre todo cuando algun hermano por puro bondadoso me alaba a mí en lugar de alabar a Dios que fue quien tocó su interior al que yo nunca puedo llegar,y yo me lo creo.
Por eso, esa pequeña oración me prepara siempre al encuentro con Jesús.
Me prepara a escucharlo con confianza y amor.
Lo que Él me pida que haga responsablemente, lo podré hacer porque Él usará mi inutilidad, y mientras mas simple sea yo, más tocará Él el corazón de los demás.
Por eso cada día le pido a San José de Calasanz que me enseñe a buscar como él la Voluntad de Dios. Porque quiero junto a mis hermanos de la comunidad calasancia de los doce apóstoles ser un instrumento pequeño, inútil y dócil en manos de Dios.

Santiago Ocampos dijo...

"Lo que agrada a Dios
en mi pequeña alma,
es que ame mi pequeñez
y mi pobreza

Es la esperanza
ciega
que tengo
en su misericordia"

Santa Teresita de Lisieux

Gracias juan

ester herrera dijo...

Juan, yo he perdido la capacidad de entender, de orientar, de escuchar, de organizar, a principio me sentí inútil y hasta me he enojado con Dios, porque creí que me había abandonado, ahora con más serenidad acepto mis limitaciones y he aprendido a ofrecerlas y dar gracias todos los dias, porque no perdí la capacidad de AMAR.Lo único que deseo es ser un simple instrumento de Él, y que se cumpla su voluntad, con el afecto de siempre-Ester Herrera-tu catequista

Comunidad Calasancia de los Doce Apóstoles dijo...

Sra.Ester Herrera, damos gracias a Dios por el gozo que nos regala su testimonio.
Es para nosotros en nuestro aprendizaje vivencial en el camino que queremos recorrer hacia el Reino, un ejemplo vivo de cómo Dios nos torna útiles cuando más aprendemos a despojarnos de las utilidades construídas con las que solemos cubrirnos.
Dios la bendiga. C.C.D.A