domingo, 14 de diciembre de 2008

Qué me dice la Virgen de Guadalupe

La imagen de la Virgen de Guadalupe es un anuncio en sí misma, y a mí me dice muchas cosas que me dejan perplejo y admirado. No me voy a referir a los signos pictóricos, porque no soy mexicano y no conozco nada de las culturas de dicho país. Pero cuando me dicen que la NASA realizó estudios donde se conoció lo siguiente:
1. Estudios oftalmológicos realizados a los Ojos de María han detectado. Que al acercarles luz, la retina se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, exactamente como ocurre en un ojo vivo. 2. La temperatura de la fibra de maguey con que está construida la Tilma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva. 3. Uno de los médicos que analizó la Tilma colocó su estetoscopio debajo de la cinta que María posee (señal de que está encinta) y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto, igual que un bebé en el vientre materno. 4. No se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10 centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo: los colores desaparecen. Estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. No se detectan rastros de pinceladas ni de otra técnica de pintura conocida. Los científicos de la NASA afirmaron que el material que origina Los colores no es ninguno de los elementos conocidos en la Tierra. 5. Se ha hecho pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso ni en el reverso, sino que los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido, sin tocarlo. Los colores flotan en el aire, sobre la superficie de la Tilma. 6. La fibra de maguey que constituye la tela de la imagen, no puede perdurar más que 20 o 30 años. Hace varios siglos se pintó una réplica de la imagen en una tela de fibra de maguey similar, y la misma se desintegró después de varias décadas. Mientras tanto, a casi 500 años del milagro, la imagen de María sigue tan firme como el primer día. La ciencia no se explica el origen de la incorruptibilidad de la tela. 7. En el año 1791 se vuelca accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la tela. En un lapso de 30 días, sin tratamiento alguno, se reconstituye milagrosamente el tejido dañado. 8. Las estrellas visibles en el Manto de María reflejan la exacta configuración y posición que el cielo de México presentaba en el día en que se produjo el milagro. 9. A inicios del siglo XX, un hombre escondió una bomba de alto poder entre un arreglo floral, el cual colocó a los pies de la Tilma. La explosión destruyó todo alrededor, menos la Tilma, que permaneció en perfecto estado de conservación. 10. La ciencia descubrió que los ojos de María poseen los tres efectos de refracción de la imagen de un ojo humano. 11. En Los ojos de María (de tan sólo 7 y 8 mm) se descubrieron diminutas imágenes humanas, que ningún artista podría pintar. Son dos escenas y las dos se repiten en ambos ojos. La imagen del obispo Zumárraga en los ojos de María fue agrandada mediante tecnología digital, revelando que en sus ojos está retratada la imagen del indio Juan Diego, abriendo su Tilma frente al obispo. ¿El tamaño de ésta imagen?. Una cuarta parte de un millonésimo de milímetro. Es evidente que todos estos hechos inexplicables se nos han dado por una razón: Querían captar nuestra atención.

Y a mí me ha llamado profundísimamente la atención, porque resuena en mí como un mensaje enorme y hermoso: ¡María está viva y entre nosotros! Que su Hijo también está vivo. Su figura no depende de nosotros, no es pintura humana, no es nada conocido por nosotros porque -para mí- es divina, un signo que Dios permite que dé María para convencernos de la obra de Dios, no es pintura, no son elementos de la tierra, no está en la tela, pero se ve. Maravilloso. Como nació el Señor Jesús en un humilde y pobre pesebre en Belén y que su señal será para siempre, la tilma es un elemento inmensamente pobre y frágil, para mostrar que la fortaleza la da Dios. Ella nos mira, nos contempla desde el día en que se apareció. Y vela por nosotros. En suma: Me dice que Ella está, y me dice que su Hijo está, que no tema porque Dios salva, porque es capaz de hacer fuerte lo débil. María está con todos, con los que quieren verla, los que quieren salvarse, los que necesitan, los que aún no creen del todo, con los débiles, con los duros, con todos los hijos para que vivan unidos. Que no tema, que no tema. Me llena de gozo que su imagen sea un mensaje vivo. Quisiera algún día poder llegar a estar cerca de esa imagen, pero no me hace falta porque Ella ha venido hasta donde estoy yo, y sigue para siempre conmigo. Madre Hermosa, ¡muéstrame a tu Hijo! 
Y lo que digo de mí y para mí, es para todos, y quisiera que como pueblo lo captáramos, y lo experimentáramos, y nos confiáramos a sus manos para unirnos como familia. Ojalá cuidáramos nuestro mundo, nuestra casa, nuestras relaciones humanas, nuestra cultura, nuestras decisiones, nuestros jóvenes y niños, nuestros adultos y abuelos, nuestros enfermos y débiles, los matrimonios y las familias. Ojalá nos uniéramos para orar, para celebrar la vida con el Señor, para ayudarnos siempre. Ojalá nos organizáramos para salvar nuestro futuro entre todos, y sin excluir a nadie. Ojalá pusiéramos la economía a servicio de la gente, y no la gente al servicio de la economía. Ojalá pusiéramos las finanzas al servicio de todos y no dejáramos que las especulaciones egoístas nos destrocen. Ojalá hiciéramos los favores que pudiéramos para hacer felices a los otros, porque en dar hay más alegría que en recibir. Ojalá lucháramos por ser verdaderamente felices, que es gratis, y no nos contentáramos con las falsedades que nos venden, y que tan caras pagamos. Somos todos una gran familia, y con la misma Madre, un mismo Amor que nos une, un mismo Hermano que nos ha salvado, un mismo Padre de quien todo procede y para quien todo es.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Inmaculado inicio de la vida de la Virgen María

Hoy es la fiesta de una gracia enorme otorgada a la Maria de Nazaret en vistas a ser la Madre del Salvador: su Inmaculada Concepción en el seno de su madre Santa Ana. Lo aclaro porque mucha gente aún piensa que la Inmaculada Concepción es la de Jesús en María.
Esta gracia, este don que el Padre dio a su Hija predilecta, libérrimamente, fue en vistas de la Encarnación de su Hijo. La liberación de María del pecado original fue un adelanto de la obra redentora que realizaría su Hijo en la cruz.
Lo corruptible no puede tener parte con la incorruptibilidad dice San Pablo (cf. 1Cor 15, 50-54), y si bien se está refiriendo cuando lo dice a la necesidad de la purificación total para la resurrección para la vida eterna, su idea deja entrever la necesidad de la incorrupción para poder recibir al Señor de la Vida, a Aquel por quien y para quien todo fue hecho (cf. Jn 1,3). Porque debía recibir en su seno a la segunda persona de la Santísima Trinidad, María no tenía que tener ni haber tenido pecado alguno. El pecado original lo recibimos por herencia, y por esto ella tuvo que ser liberada de esa herencia en el momento en que ella fue concebida. De otra manera ella habría transmitido por generación a su Hijo el pecado original provocando una situación paradójica: Dios enfrentado a sí mismo en una situación de pecado. 
Si bien San Pablo dice que Dios, al que no cometió pecado lo hizo pecado por nosotros (cf. 2Cor 5, 21) fue dicho en el sentido de identificar a Jesús con los pecadores, con el pecado de todos, para poder rescatar a todos por el precio que Jesús pagó con su muerte. Todas nuestras deudas con Dios son en Jesús saldadas si nos hacemos parte de Jesús, aceptando su Espíritu que nos hace obrar como hijos en el Hijo. No tuvo Cristo Jesús ningún pecado en sí mismo.
Los efectos que la Inmaculada Concepción provocan en María fueron impresionantes: una comunión perfecta con Dios siempre, libertad total para responder a Dios y a su santísima voluntad divina, total escucha y adhesión a la Palabra de Dios, conocimiento inconmensurable del Amor divino, fortaleza inigualable para acompañar al Redentor en su muerte, participación eterna en la vida divina en cuerpo y alma, y por eso la llamamos con verdad: Llena de gracia.
Por experiencia propia animo a todo aquel que lea esto a confiar sus necesidades más hondas a nuestra Hermosa Madre, y verá lo que el amor materno de María hace.
¡Ave María Purísima, sin pecado concebida!

sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Útiles o inútiles?


Lucas 17:10 Pues así, también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que Dios os ha mandado, decid: "Somos siervos inútiles; solamente hemos hecho lo que debíamos hacer."

Por experiencia propia digo lo que voy a decir: siempre quise ser útil, y me esforcé por ello, a veces más allá de mis límites, resintiendo el descanso, la salud, hasta la paz interior. ¿Por orgullo? Quizás. ¿Por no quedar mal? Puede ser. ¿Por no molestar al otro? Casi siempre.
Incluso pensaba cómo ser lo más útil posible... según mis criterios.

Y ahí fue donde me equivoqué. Mis criterios ¿son, acaso, los mejores? Alguna vez puedo haber dado en el clavo, pero sospecho que sólo alguna vez.

Cuando mis límites me hicieron sentir inútil, y más frente a mis propios criterios, me tuve que ocupar de hacer lo que tenía que hacer tal como saliera, y muchas veces sin criterios claros, teniéndome que acoger a lo que dijeran otros, y confiar, esperar, entregar, renunciar a controlar.
Con sorpresa vi que no había sido malo como yo temía, sino todo lo contrario. Cuando me volví "inútil" fue cuando fui útil.

Por misericordiosa pedagogía Dios me concedió una muestra de lo que produjo en otros haber sido así, inútil, para que aprendiera a entregar más todo. No hace falta ya saber qué va a provocar en otros, si el efecto es positivo o negativo, saber el resultado, conocer la efectividad de lo actuado. Eso es prerrogativa del Señor. Nosotros somos servidores de su proyecto de amor.

Sumados a su proyecto de amor, y sabiéndonos inmensamente capaces de ser desobedientes, egoístas, perezosos, infieles, etc., etc., etc., es mejor considerarse más inútiles que útiles.

Agradezco a Dios que inspiró en nuestra Comunidad la oración que dice:
"Padre nuestro Calasanz, aquí estamos y queremos poner nuestras manos en las tuyas para que nos enseñes a buscar como tú la voluntad de Dios. Queremos ser instrumentos pequeños, inútiles, y dóciles en sus manos. Amén."

Nos ayuda a no atribuirnos ningún mérito. Nos da libertad frente a la ansiedad por responder al qué dirán. Nos recuerda la verdad. Nos abre a lo que Dios quiera. Nos ayuda a adherirnos a su voluntad, y a olvidarnos de la nuestra cuando se opone a la de Él.

martes, 25 de noviembre de 2008

Adviento: ¡¡Viene la Luz!!


¡Sí! ¡Viene la Luz! Para el pueblo que anda en tinieblas... por más luces de neón, fluorescentes, incandescentes, de bajo consumo, reflectores, spots, dicroicas, halógenas, etc. que posea. Nada luminoso de este mundo se compara con la luz que viene.

Esta luz te permite mirar donde las otras luces no llegan: el interior y lo trascendente.
Esta luz te abre hacia adentro.

Te invita al asombro más profundo. Justamente, como jugando con la palabra: quita la sombra.

Es una luz que más que ver hay que escuchar, porque no sólo te llama a que la mires, sino a que mires lo que ella te muestra.


Invita a tender hacia ella, a volverse totalmente fototrópico, a abandonar las tinieblas.

Invita a dejar de hurgar por los callejones oscuros de lo prohibido, para contemplar plácidamente lo manifiesto.


Es regalo que regala todo.

Es riqueza que enriquece todo.
Es don que dona todo.
Generosidad desbordante, en el más absoluto desprendimiento.

Gozo que viene a llenar de gozo a todos.
Presencia que consolida toda esperanza.
Esperanza que renueva todo esfuerzo.
Esfuerzo que promete pleno descanso.
Descanso que acoge definitivamente a los peregrinos del tiempo.

Eternidad que se encarna volviendo pleno el tiempo.

Mensaje que llega al oído atento.
Amigo que tiende la mano.

Abrazo y consuelo.

Vida y misterio.

Jesús, luz del mundo.

¡Bienvenido, una vez más!
¡Tanto te he esperado!

¡Ven, Señor Jesús!

domingo, 16 de noviembre de 2008

Un pensamiento sobre la Hermosa Madre


Hoy, en la diócesis del Alto Valle, están peregrinando a la ermita de la Virgen Misionera. Yo quiero hacer mi peregrinación espiritual porque estoy a muchísimos kilómetros de distancia y no puedo hacerlo personalmente.
Me uno de corazón a todos los peregrinos, al Padre Obispo, a mis hermanos sacerdotes, a toda la gente.
Porque el amor de la Hermosa Madre nos llama, nos convoca, nos reúne. Es así porque ella al ser la Madre del Señor Jesús, cabeza de la Iglesia, es también la madre de su Cuerpo, la Iglesia. El Espíritu Santo le ha dado esa capacidad de ser la Madre del Hijo de Dios hecho hombre, y la ha llenado de la gracia. Y el mismo Espíritu le ha dado también la capacidad de ser la Madre de la Iglesia, porque su Hijo, clavado en la cruz, a punto de morir, le dijo "Ahí tienes a tu hijo", en la persona de Juan, y en él estábamos todos. "El discípulo se la llevó a su casa" dice el evangelio de Juan, y yo que también soy discípulo puedo y debo llevármela a mi casa.
Cada uno de los hermanos de la diócesis hace eso. Cada católico hace eso. Y ojalá todos hicieran eso.
Sentirían inmediatamente que su presencia no ahoga, por el contrario, ayuda. Porque está siempre con su corazón anclado en Dios, gozando de la infinita ternura del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y eso lo comparte con nosotros, con todos los que quieran recibir la fuerza de esa ternura.
La Madre vela, cuida, ora, acude en ayuda, guía, anima, invita, exhorta, siempre. Y todo lo que hace es para orientarnos a que amemos a Dios sobre todas las cosas, que escuchemos a su Hijo que es la Palabra de Dios hecha carne, que nos hagamos dóciles al Espíritu Santo que nos da sus dones para que tengamos sus frutos de gracia, de vida divina. Nos hace sentirnos familia, nos hace crecer como familia, como Iglesia, como hermanos, como familiares de Dios.
Bendita seas, Hermosa Madre, por ocuparte tanto de tu familia, de tus hijos, de nosotros, pobres y pecadores. Gracias por tu oración permanente por nosotros, gracias por velar porque tus hijos nos acojamos a la gracia del Salvador.
Bendita seas, Iglesia del Alto Valle, por caminar hacia tu Madre. ¡Hazlo siempre!

viernes, 14 de noviembre de 2008

Escribir para evangelizar

Para evangelizar escribo, y como dije en otro escrito, no para hacerme ver.
Por esa razón invito a todos los que comentan que pasen de largo de mí, y no se fijen en mí, sino si la verdad de la que estoy hablando está claramente expresada, si sirve, si llega, si ayuda a ser más libres.
En la Comunidad Calasancia de los Doce Apóstoles tenemos el hábito de discernir y de buscar la voluntad de Dios siempre, para servirle y servir a los hermanos. Si no fuéramos caños vacíos por donde la gracia de Dios pueda pasar sin obstáculos, estaríamos perjudicando su obra.
Si alguno se fija en el caño y no en lo que fluye por él, estaría perdiendo lo más importante.
A mí no me hace bien que me agranden. Si Dios me ha dado el don de escribir es para que escriba, porque su mensaje también por mí debe pasar.
Pero lo que importa es el mensaje, no el mensajero.
Por favor, únase a la transmisión del mensaje de amor del Evangelio. El aplauso debe ser para el Autor de dicho mensaje, que obviamente no soy yo, sino Él, a quien sea la gloria por siempre.
P. Juan.

jueves, 30 de octubre de 2008

Hoy se suicidó Luis, un exalumno de 18 años


La noticia fue inmensamente triste y shockeante. Luis se colgó de un árbol. 18 años. Exalumno de una de las escuelas de nuestra Comunidad. Impresionante.

Impresionante por cómo era él, porque siempre miró a los otros, miraba a los jóvenes de su barrio, a los niños, a los chicos y chicas, miraba al futuro, pensaba, y avisaba, pedía socorro, solicitaba ayuda, pensaba, razonaba, cuestionaba, expresaba su angustia en las asambleas de niños que tuvimos, en los encuentros de niños, en las reuniones que hicimos para reflexionar sobre la vida y los valores... Y todo eso parece haber sido absolutamente pobre ante lo que hizo hoy. No sé por qué se mató, pero se colgó, no sé si se mató o si se murió, no sé si se escapó o si prefirió morirse para no claudicar, no sé si se deprimió, si se confundió o si enloqueció, el detonante no me importa, miro su trayecto, miro su historia, y veo un cometa, que pasa deshaciéndose, que pasa derritiéndose mientras se acerca al sol, como dando un mensaje desparramado, inconexo, pero dando lo que tiene.

Y lo que hizo hoy no debe ser leído a la ligera. Hay que descubrir todo el mensaje que hay encerrado, y tendremos que tener el coraje de dejarnos traspasar por el mismo. Lo que yo propondré a continuación será mi apreciación, pero Ud. puede agregar lo suyo, y lo invito a que lo haga.

1. A mí me dijo que no deje de hablar aunque suene a poco.
2. A mí me dijo que no deje de mirar aunque lo que vea no me guste.
3. A mí me dijo que no deje de oír aunque me rompa los oídos lo que tenga que oír.
4. A mí me dijo que no deje de trabajar aunque me canse.
5. A mí me dijo que no me borre, porque hay quienes necesitan mi presencia.
6. A mí me dijo que no espere sino que trabaje.
7. A mí me dijo que no huya, sino que me quede.
8. A mí me dijo que no trate a la ligera los problemas de los niños ni de los jóvenes, porque no tienen tantas armas como los adultos para enfrentar las angustias.
9. A mí me dijo que siga hablando de los valores para que no se tomen como valores lo que sólo deja vacíos enormes en el corazón y en la mente del ser humano.
10. A mí me dijo que siga educando, para que otros no se maten, y para que otros no sigan viviendo matándose al elegir un estilo de vida vacío.
11. A mí me dijo que rece para que Dios siga hablando porque en medio de tanto ruido no sea silenciada su voz.
12. A mí me dijo que ame para que tienda la mano a todos los que como él buscaron ayuda siempre, y que ame más para que la tienda incluso a los que no buscan ayuda.
13. A mí me dijo que no declare insalvable a nadie.
14. A mí me dijo que no busque resultados para que no me los apropie.
15. A mí me dijo que obre, sume ayudas, sume esperanza, sume obras, sume alegrías, sume cada día, a todos los que cada día suman sus obras y esperanzas y alegrías y servicios de amor silenciosos.
16. A mí me dijo que sea héroe en el silencio de cada día.
17. A mí me dijo que no me la crea, que sea humilde.
18. A mí me dijo que no me imponga, sino que proponga siempre.
19. A mí me dijo que no discuta, que no hiera más, que no lastime más.
20. A mí me dijo que lo baje del árbol con silencio y respeto, que lo entierre y que me ocupe de los vivos para que vivan y que no los deje morir mal.

Sume Ud. lo que le dijo, y aprenderemos.

Luis, querido, te pongo humildemente en los brazos del Padre creador que fue el testigo fiel de lo que en tu corazón hubo en tus últimos momentos. Él sabe. Le pido que su amor te rodee, te libere del pecado y de la muerte y te haga feliz para siempre.

lunes, 27 de octubre de 2008

Cómo defender la Iglesia, según lo veo yo.

Hoy supe de uno que por defender la Iglesia católica y su doctrina, había faltado el respeto maltratando a un anglicano. Y tampoco había escuchado a otros católicos que le pedían que se detuviera, y tanto fue el alboroto que otro que escuchaba se sintió lo suficientemente mal como para decir que iba a seguir a Cristo sin pertenecer a ninguna Iglesia.

Me dio pena por él, pero me hizo pensar que sería importante que los católicos a veces nos pusiéramos a evaluar cómo somos parte de la Iglesia, con qué actitud estamos en ella, con qué actitud nos presentamos frente a los demás, sean o no católicos.

La mayoría somos de la Iglesia desde niños, pero por eso nos sentimos "de" la Iglesia, como si nos hubiesen "encajado" en algo, algo así como la familia en la que no elegimos nacer. Pero cuando uno crece se tiene que "hacer Iglesia". Esto quiere decir que aceptamos, asumimos y elegimos crecer y hacer crecer la familia en la que la gracia nos ha dado la vida divina.

Entonces, se trata de querer ser Iglesia, no de sufrirla. Se trata de ser parte del pueblo de Dios, de la familia de Dios, una familia y un pueblo que comunica las maravillas del Señor, para que todos los hombres del mundo se salven conociendo el amor que nos ha salvado.

Entonces, se trata de defender al hombre amándolo e invitándolo a conocer al Padre que lo espera para compartir sus riquezas eternas, más que de defender a la Iglesia. Se trata de amar y de mostrar con las actitudes que el mensaje de Jesús es vivible y fascinante, más que imponerlo de tal modo que le resulte al que lo escuche insoportable. Se trata de gozar de la liberación y la libertad de los hijos de Dios, más que atar con nuestra prepotencia y nuestra soberbia e hipocresía.

La Iglesia es un misterio que se manifiesta imperfectamente porque los seres humanos somos imperfectos. Pero ese misterio es maravilloso porque viene de Dios. Si amáramos al ser humano como lo ama Dios descubriríamos por qué nos da tan gran misterio como es el de la Iglesia como camino para vivir el otro Misterio con mayúscula que la pertenencia e incorporación a Cristo para ser parte del Amor trinitario. Será tema para otra vez.

jueves, 23 de octubre de 2008

Experimentando el límite

¿Alguna vez se sintió más débil de lo que quiso admitir, más vulnerable de lo que le hubiese gustado aceptar? ¿Alguna vez se sintió que su cabeza no le respondía con la premura que estaba acostumbrada/o?
Yo me siento así ahora. Hace meses he tenido una crisis hipertensiva por estrés, y mi cabeza no quedó igual. Gracias a Dios no llegué a un ACV, pero no quedé igual que antes.
Esto está siendo una novedad para mí. Tengo que estar en un reposo más profundo de lo que estaba acostumbrado a estar. Tengo que ir aprendiendo a pensar de una forma nueva. Estoy en un proceso que me va fascinando porque me está haciendo cambiar mi mirada sobre muchas cosas. Estoy experimentando el límite y viéndome tan irrisoriamente pequeño que me está abriendo a la vida de una manera nueva.
Porque antes me exigía yo todo. Siempre estaba en mi interior el super-deber. Ahora, por más que quiero, no puedo, ni siquiera a veces lo que debo.
Antes me exigía un poco más de esfuerzo para compensar que había gastado tiempo en algo mal organizado. Ahora debo "perder" tiempo, porque de repente mi cabeza no piensa más, -no es que no piensa, sino que no puedo sostener un razonamiento sin agotarme-. Y debo descansar.
Antes me parecía que iba a mejorar todo. Ahora sé que no voy a ir mejor. A lo sumo no empeoraré. Por tanto, me queda adaptarme para desarrollar lo que pueda.
Puedo escuchar.
Puedo ver.
Puedo contemplar.
Puedo orar.
Puedo cantar.
Puedo oler.
Puedo sentir.
Puedo reir.
Puedo emocionarme.
Puedo moverme.
Puedo escribir.
Puedo pensar más despacio.
Puedo trabajar más despacio.
Puedo gustar y saborear.
Puedo olvidar.
Puedo recordar.
Puedo evocar.
Puedo sintetizar.
Puedo relacionar.
Puedo deducir.
Puedo compartir.
Puedo expresar.
Puedo sonreir.
Puedo vivir... aún puedo vivir. Y, como dicen muchos sabiamente, ¡no es poco!
Esta nueva experiencia de vivir, con lecciones tan necesariamente duras para mí -tan cabeza dura-, la considero un don de Dios, porque lo es. Le doy gracias por el límite, por experimentar la debilidad, por aprender de ella. Y también le doy gracias por la enorme cantidad de personas que ha puesto en mi camino que me han manifestado amor, cariño, comprensión, apoyo, ayuda, solidaridad, respeto, paciencia, aguante, y tanto corazón abierto, para que yo me vaya sanando.
A todas esas personas les deseo la más profunda de las bendiciones para que sientan que el amor que me han dado a mí les regrese multiplicado.

sábado, 18 de octubre de 2008

Alguna vez alguien leerá

Bienvenida o bienvenido, según sea, estimada o estimado, lectora o lector.
Gracias por concederme un tiempo para leer lo que le he escrito. Si prefiere que le tutee, se la debo, porque prefiero pasar por excesivamente respetuoso a faltarle el respeto.
Gracias porque al concederme este espacio de su vida me está dando vida. Y, con modestia se lo digo, acepte la vida de la mía que le doy, porque también estoy compartiendo. Que no por hacerme ver estoy escribiendo sino por compartir, puesto que la vida es eso, vivir con otros. No hay quien viva solo y perdure, pero sí sé de muchos débiles –según algunos- que han sabido unir sus “pocas” fuerzas y han hecho enormidades.
Le ofrezco unir mis pequeñeces a las grandezas o pequeñeces suyas. Si son grandezas me enriquezco yo más que usted –y le agradezco por compartirlas conmigo–, y si son pequeñeces también me enriquezco, pues lo suyo vale porque es suyo, como lo mío vale porque es mío. Aunque decir que es mío es una falacia, puesto que la vida por algún lado me lo ha hecho aprender y de otro lo he recibido. No soy original, sólo he aprendido. Sólo Dios es autor, yo sólo he aprendido un poco a oír y pensar, relacionar y contemplar, creer y mirar, sufrir y gozar.
De eso he de compartir, con sencillez y sin afán de imponer, puesto que yo soy yo y usted es usted, y esa diferencia siempre existirá aunque no sea abismal, porque en el fondo en mucho nos debemos parecer porque somos humanos –puesto que escribo para humanos, ya que un ángel no me leería sino que escucharía lo que pienso–.
Por último, le deseo todo el bien para su vida y su corazón, que sea feliz.

viernes, 17 de octubre de 2008

Algunas esperanzas actuales

Mi esperanza se afianza si la capacidad de pensamiento y razonamiento que tiene la Iglesia fecunda los ámbitos de pensamiento del mundo para enriquecer el diálogo para que la humanidad siga avanzando en la propia comprensión en vistas a su comunión.
También tengo esperanzas renovadas porque veo que la humanidad, a pesar de sus expresiones aún inmaduras de comportamiento, va aprovechando, sin parar, las nuevas tecnologías como realmente mejor le conviene para lo que en verdad quiere que es hacerse notar, en suma, comunicarse. Por ahora, mucha humanidad -por así decirlo- está hablando, tendrá que aprender a escuchar. Hay muchos que se están mostrando, muchos que están mirando, y se tendrá que aprender a ver al otro, no sólo mirarlo. La comunicación deberá llevar al encuentro.
Tengo esperanza porque ese encuentro es la necesidad humana más profunda que tiene la humanidad, y aunque sea inconscientemente tenderá a satisfacerla. El día que nos encontremos nos hallaremos cercanos y será posible sentirnos hermanos, será como superar la muerte de Abel, ¿paso previo a encontrar al Padre creador?