martes, 25 de noviembre de 2008

Adviento: ¡¡Viene la Luz!!


¡Sí! ¡Viene la Luz! Para el pueblo que anda en tinieblas... por más luces de neón, fluorescentes, incandescentes, de bajo consumo, reflectores, spots, dicroicas, halógenas, etc. que posea. Nada luminoso de este mundo se compara con la luz que viene.

Esta luz te permite mirar donde las otras luces no llegan: el interior y lo trascendente.
Esta luz te abre hacia adentro.

Te invita al asombro más profundo. Justamente, como jugando con la palabra: quita la sombra.

Es una luz que más que ver hay que escuchar, porque no sólo te llama a que la mires, sino a que mires lo que ella te muestra.


Invita a tender hacia ella, a volverse totalmente fototrópico, a abandonar las tinieblas.

Invita a dejar de hurgar por los callejones oscuros de lo prohibido, para contemplar plácidamente lo manifiesto.


Es regalo que regala todo.

Es riqueza que enriquece todo.
Es don que dona todo.
Generosidad desbordante, en el más absoluto desprendimiento.

Gozo que viene a llenar de gozo a todos.
Presencia que consolida toda esperanza.
Esperanza que renueva todo esfuerzo.
Esfuerzo que promete pleno descanso.
Descanso que acoge definitivamente a los peregrinos del tiempo.

Eternidad que se encarna volviendo pleno el tiempo.

Mensaje que llega al oído atento.
Amigo que tiende la mano.

Abrazo y consuelo.

Vida y misterio.

Jesús, luz del mundo.

¡Bienvenido, una vez más!
¡Tanto te he esperado!

¡Ven, Señor Jesús!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pongo ya en actitud de espera.
Pero no quieta.
No quiero que me pase como otros advientos que fueron de mucha actividad y ruido. o sino por el contrario de una pasividad cómoda.
Ven Señor, ilumíname, asómbrame quiero responder a tu Amor, a tu Luz que me muestra el camino de la Verdad en mi vida.

miriam dijo...

"COMENTARIOS PARA COMPARTIR".nunca tan mejor expresado, porque esto que acabo de leer, es, realmente, LA LUZ hecha palabra; que nos ilumina, que nos encandila haciendo que solo a ella veamos, que nos guía hacia el Padre, y lo realmente hermoso es que esto lo podamos compartir; leerlo solos y quedarnos en eso no tiene sentido, lo bueno es compartirlo.
cada uno desde su lugar en este mundo puede hacer que la LUZ sea "vista", "leída", y su calidez "sentida", por muchos, y solo Dios sabrá en qué corazones queda encendida y en cuales no.
Ud, con el don que Dios le dió, pone en palabras "el amor inmenso que el Padre tiene por cada uno de nosotros, sus hijos".
yo, humildemente, solo hago correr estas palabras para que, los que no tienen acceso a internet o no saben como llegar a su blog, puedan leer este material. Así LA LUZ llega a muchos corazones y reconforta a muchos, iluminandoles el alma.
un sincero abrazo

Anónimo dijo...

Adviento...tiempo de espera, de preparación, de conversión, de vuelta al Padre para encontrarse con el Hijo en una celebración simbólica ¡Navidad!.
Tiempo de amor y de ternura, tiempo de volver a plantearnos hasta donde llega nuestra comprensión de todo esto que enunciamos... ¡Cuesta! y es más cómodo vivirlo como todos sin pensarlo demasiado, o nada.
Dios nos dé la Gracia enorme de transformar este tiempo de Adviento de este año 2008, en un verdadero camino de conversión y de encuentro, de libertad y de compromiso, de aceptación y de entrega.
Que podamos realmente celebrar porque hemos vivido la preparación y permitimos a Jesus nacer en nuestros corazones.

Anónimo dijo...

viene la luz!!! la luz que me salva. NO PORQUE YO SEA BUENO sino porque ÉL es el bueno, por su infinita bondad.
no es soberbia ni falta de humildad, sino que es INFINITA CONFIANZA EN MI DIOS LUZ, AMOR Y BONDAD.